El mundo es duro de cojones,
a veces nos arrolla y ya no queda nada;
aun así de entonces recuerdo algunas palabras:
"No te des por vencido,
cúbrete las espaldas.
Ellos ansían para lo que tú has nacido"
Ansían la tierra y no saben que es polvo,
ansían sus frutos y niegan lo que se trabaja...
Hoy el sur huele a azahar, me recuerda a la escuela,
a el olor de los ciruelos andriniegos
en flor en mayo,,,
a las manualidades de la clase de plástica...
"Por tus actos se te conocerá", me dijo
como si yo no estuviera ahí,
como un ángel me hizo esquivar las balas.
Aún así "Me cubrí bien las espaldas
y cuando volvía victorioso en la batalla,
me apuñaló en el pecho"
fueron, esas sí, mis últimas palabras...
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| caeca vivunt, bonitatem rerum nesciunt |
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