Sabe dios si llegué ebrio de mundo
el pasado jueves a casa,
creo que tengo sueño,
o resaca...;
tocan a misa, puede que sea domingo.
¿Acaso dige cosas inverosímiles?,
¿pervertí los sentires o queme demasiadas lanzas?
Solo alegue por la verdad;
puede ser que ebrio de verdad hiciera algunos daño
la tragedia nos rodea, somos trágicos, no es para tanto.
¿Te sigue doliendo el hombro?,
¿acaso el alma o el principio?,
¿acaso el roto que te abre en canal la espalda de tu
nacimiento y de tu origen?,
¿acaso curan algún día esas heridas?
¡Qué terribles somos!, no en vano digo lo que somos.
Sabe dios que los tocares
de las campanas en el campanario
me están matando;
sabe dios que habrá de ser algún mal kármico
o algo…
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